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viernes, 24 de marzo de 2017

Antonio Mora

Antonio Mora es un español creador que después de una extensa carrera como diseñador y director de arte, finalmente termina en la técnica para dar rienda suelta a su fantasía inagotable, a sus necesidades expresivas ansiosos con experiencia.

Se describe a sí mismo como alguien que hace cócteles, usando imágenes encontradas en blogs, revistas, y fundiéndolos juntos. Obras de gran contundencia y fuerza expresiva que  no deja indiferente a nadie.

Su originalidad radica en la fusión, en la búsqueda de combinaciones que dejan en el paladar de nuestra conciencia, sabores de la evocación y el misterio. Las imágenes que se pueden abrir una grieta en nuestra memoria lo que nos permite ver, aunque sólo un instante, los seres híbridos que pueblan nuestros sueños más profundos.




Entrevista a Antonio Mora, el arte digital en España

El artista digital Antonio Mora nació en Alicante (España) en 1957. Estudió Filología Clásica en la UNED y Diseño Gráfico en el CEV de Madrid; aunque su verdadera formación, como él mismo nos confiesa, ha sido en la calle y sobre la marcha. Antonio Mora nos atiende desde su estudio en Elche y nos cuenta algo sobre su vida y sus procesos creativos. Belleza en estado puro.


-¿Podrías contarnos algo de tu etapa como diseñador y director de arte?

-Siempre trabajé, salvo esporádicas incursiones en otros ámbitos, en el sureste de España. Fueron muchos años intentando hacer valer el diseño en todos los aspectos. Todo el mundo me decía que yo vendía humo y nunca vi nada malo en ello. Aprendía sobre la marcha solucionando cada gran o pequeño problema de diseño con el mismo cariño. Siempre he sido muy ecléctico, mi pasión por las imágenes procede de mi incapacidad de generar algo dibujado o fotografiado por mí. Mi capacidad de ver más allá a partir de las imágenes fue y es la base sobre la que fundamento mi obra. Gané algunos premios, conseguí algunas consideraciones y por lo demás me mantenía tranquila y apaciblemente.


-Como diseñador y director de arte tuviste que responder a las necesidades del cliente, actualmente respondes a las necesidades de tu corazón ¿Recuerdas el momento o evento que te condujo a este momento de tu carrera artística?

-A consecuencia de una dolencia hepática de larga duración que culminó con un periodo de agudo deterioro físico tuve que abandonar todas mis obligaciones comerciales, pero no así el trabajo creativo, sin budget, en casa. Allí experimentaba, jugaba con las imágenes con la herramienta de herramientas, PhotoShop, y encontré un modo de expresar unas emociones que desconocía sentir y que en ese momento afloraron con fuerza. De tal modo que cuando me recuperé, decidí dedicar tanto de mi tiempo como fuera posible a hacer aquello que quería y dejar de estar sujeto a la tiranía de los clientes. Y en esas estamos.


-Leí que obtienes tu materia prima de blogs y magazines. ¿Contactas con los autores?

-Esta es la pregunta clave. No, no me pongo en contacto con los autores del material gráfico que utilizo en la composición de mis obras. Nunca nadie me ha llamado la atención al respecto. Sé que esto a los ojos de muchos podría restar valor a mi trabajo pero yo les diría que el arte se retroalimenta de sí mismo, no importa tanto la técnica, es la emoción lo que importa, el hecho de generar emociones, de inspirar. Esto me lo dice mucha gente sensible a mi trabajo. ¿No vale? Yo robo rasgos, sonrisas, puestas de sol, bosques, incluso cactus y acantilados, pero construyo con ello algo original y único fuera de toda duda. Siempre he dicho también de mi trabajo que su originalidad radica en la fusión mediante la cual se genera un nuevo ser híbrido entre ambas imágenes lleno de fuerza expresiva e impacto visual.


-¿Trabajas con PhotoShop? ¿Cuál es tu herramienta preferida?

-Sí, trabajo con Photoshop, y no con muchas de sus herramientas. Trabajo el degradado de la opacidad en las fronteras de las imágenes que intervienen en la composición, la superposición de tramas, herramientas de tono y saturación, máscaras de capa y otros aspectos de la jerga del programa.


-¿Cuánto tiempo te lleva una imagen tipo?

-No sabría decir, a veces minutos, es un trabajo más de intuición, de inspiración y hallazgo del punto de fusión, que laborioso, aunque miro y remiro los originales, los retoco, hago variaciones, destruyo muchísimo material y luego me arrepiento.


-Vamos un segundo al un plano más social. Dicen que en tiempos de crisis lo mejor es invertir en arte. Según tu experiencia ¿es esta afirmación cierta?

-Esto que te cuento es muy reciente, las imágenes que circulan por ahí no tienen más de un año, 2013 ha sido un año muy prolífico y muy enriquecedor para mí. Decidí abrir una página on line para vender mis obras y fue una buena idea porque a partir de la página se canalizan todas las relaciones con posibles clientes. Empiezo a vender pero curiosamente sólo en el extranjero, en España sólo he vendido dos obras pero mis trabajos se pueden encontrar ya en todo el mundo, desde Singapur a Turquía, o Méjico o Israel…

Mis precios están en una esfera distinta a los precios que se barajan en el ámbito de las inversiones artísticas aunque obviamente estaría encantado de formar parte de esa élite.

De momento no me quita el sueño. Yo disfruto muchísimo con lo que hago, veremos hasta dónde soy capaz de llegar. Ya llamarán.




-Y para terminar, si tu hijo decidiera seguir tu camino, ¿qué consejo le dirías?

-Si mi hijo quisiera seguir mi camino le diría que fuese apasionado, que fuese siempre ingenuo para seguir sorprendiéndose cada día y que fuese valiente para soportar las molestias que acarrea ser ingenuo, pero que disfrutara a tope de las ventajas que supone serlo. Sobre todo le diría que viviese la vida con toda la intensidad que pudiera y que amara lo que eligió hacer. Que fuese sencillo, honesto y generoso.


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