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miércoles, 25 de octubre de 2017

Impotencia

Nadie quiere, nadie desea, ninguno aspirar a tomar medidas que no tengan una vuelta atrás.
Nos olvidamos de la historia, nos olvidamos que las confrontaciones nunca nos ayudaron en la convivencia.
Que sus consecuencias se quedan en el poso del corazón avalado por la historia.
Los problemas vienen siempre causados por razones que todos creemos son las verdaderas.
Pensar que quizás, nadie tiene la razón absoluta es llegar a entender una parte del otro, y la única manera de conseguir vivir en paz con uno mismo y con los demás.
¿Para que escribir aquello que uno piensa?
¿De qué sirve?
Al menos, intentare sacar de mi corazón una impotencia que siento. No pretendo tener la verdad, sencillamente expresar lo que creo que es verdad.
Creo que no es solo una manera de ver lo que pasa en el día a día ante nosotros, sino una forma de sentir como las personas debemos de vivir,
Se ha olvidado el respeto.
Las palabras se nutren de medias verdades, o mejor dicho, de verdades que ocultan parte de las realidades.
Utilizarlas de una manera u otra es una forma de ocultar aquello que no deseamos transmitir,  esos errores que podemos cometer y que dan fuerza a los demás para acusarnos de aquello que no deseamos escuchar y un motivo injustificado de tener la verdad sobre el otro.

La convivencia con nosotros mismos nos llena de convicciones que defendemos a ultranza, y sin embargo que jamás debemos imponer a los demás.
Cuando esto ocurre y nos saltamos las reglas o las utilizamos para querer que los demás piensen y actúen como nosotros nos equivocamos en lo fundamental.
Ahora mis palabras podría aplicarlas a muchas actuaciones, desgraciadamente son demasiado comunes, y así nos va.
Alzar una voz al respeto, a cumplir nuestras obligaciones, a discutir sobre las ideas, a entender que nadie es más que nadie y que no tenemos derecho a imponer algo que pensamos lo entiendo como una verdad absoluta.
Cualquier acto que utilicemos que no sea ese respeto nos va a llevar a un enfrentamiento, a un enconamiento, a provocar reacciones no deseables en las personas.
A entrar en un camino donde no solo nosotros somos los perjudicados, sino todos aquellos con los que convivimos.
Solo veo una alternativa, respeto.
Respeto a uno mismo, y respeto a los demás.


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