Cuando
el amanecer genera un día triste solemos tener un estado de ánimo más íntimo.
Parece que nos ayuda a reflexionar, a recordar las vivencias de los últimos
días, a analizar los comportamientos y las circunstancias.
Es siempre positivo hablar con nuestro propio corazón.
En estos últimos días, ir conociendo a personas reales me ayuda a comprender
aún más los diversos comportamientos de la naturaleza humana.
Nuestras ideas, ante todo nuestros deseos, nuestros miedos, pasiones, vergüenzas
y comportamientos,
Nada es bueno ni malo, siempre que sea real, nada en falso ni verdadero siempre
que seas honesto contigo mismo y con los demás.
Miedos en los comportamientos adecuados, inseguridades en la toma de
decisiones. Entrega en la realidad de la vida.
Este es nuestro mundo, lleno de visceralidad, juegos, descaro e intimidad.
Ver como se abre la mente a escenas nuevas, como una mirada trasmite más que un
orgasmo, notar el deseo desconocido de un paseante al fondo de la luz. Miradas
obscenas y profundas ocultando lo que piensa el corazón y que llenan el respeto
ante la entrega de una mujer, de una sumisa que es feliz por ello.
Respeto, emoción, verdad y dudas.
Dar a conocer aquello que vives desde hace muchos años y que provoca que cada
segundo sea emocionante.
Gracias por compartir esos momentos.
Y respeto, mucho respeto a quién lo vivió.
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