domingo, 18 de febrero de 2018

Respeto y verdad

Respeto.
Verdad.
Palabras maravillosas que suelen olvidarse en los comportamientos.
Estoy cansado de escuchar en todas las redes sociales relacionadas con el Bdsm las falsedades que detrás de un perfil se esconde.
No nos olvidemos de la auténtica realidad, la generalidad es negativa, es meter a todo el mundo en el mismo saco y juzgar anticipadamente.
Quizás ya estoy cansado de tantas tonterías y mentiras, o quizás decidí hace tiempo que quien desee conocerme, lo haga en privado.
En este mundo tan especial, hay grandes personas, pero también se esconden personalidades manifiestamente enfermas que lo utilizan como vía alternativa a su desesperación y frustraciones de la vida
Evidentemente comparto la decepción y la impotencia de estas mujeres, personas que fueron engañadas de forma consciente y que en su interior la ilusión de vivir este mundo ha podido desaparecer por la falsedad y las mentiras.
Pero quiero ir mas halla con mis palabras.
El Sr, Martin Galán, su perfil, que no su nombre real, no solo ha ocultado su realidad, sino que ha ido propiciando que sus falsedades no pudieran salir a la luz, poniendo en aviso sobre algunas personas que soy un depredador de sumisas y una mala influencia para ellas.
Actualmente vivo en Madrid, pero soy de Zaragoza.
Las redes sociales nos permiten relacionarnos en la distancia con las personas que creemos afines a nuestra manera de entender la vida.
Así fue con esta persona durante años, tenía su amistad, y como ocurre en estas relaciones virtuales, vas conociendo a través de las publicaciones y pequeñas conversaciones, aquella forma de ser y su manera de actuar.
Pero nunca se llega a saber la verdad de la persona.
Por diversas circunstancias me vine a vivir a Madrid y a través de los mensajes privados planteamos la opción de conocernos personalmente y pasar esa amistad virtual a una posible amistad real.
Ese café nunca llego a darse.
Casualmente meses antes coincidí con una mujer que hoy es mi esclava. Esta mujer lo tubo de tutor.
Feliz palabra maravillosa para influir en alguien que apenas conoce la realidad de este mundo.
Un Tutor con derechos, una persona que desde su propio planteamiento gestiona deseos sin tener la autoridad y mucho menos ejercerlos en la realidad.
Es fácil decir lo que una mujer, una persona sumisa desea escuchar.
Es fácil generar ilusiones, y que difícil es escuchar cuando eso ocurre.
Es la psiquis del género humano.
Manipular para influir y apartar de la verdad de este mundo,
Hablar mal de personas, como ha sido mi caso, para evitar que alguien pueda preguntar e informarse de los comportamientos.
Todo nos lleva a lo mismo, no se quiere escuchar.
Es más fácil aceptar la verdad, asumir que muchos Amos somos malas personas y depredadores porque la fama que hemos obtenido a lo largo de los años es esa.
Pero curiosamente, no todos somos iguales.
Mi vida la planteo muy clara, no tengo ni razones ni motivos para ello.
Cada persona desea vivir este mundo de una manera determinada, solamente hay una premisa, la verdad.
Quien me conoce en persona sabe que es así, quien me conoce a través de mi perfil, puede o no entenderlo.
Me da igual.
La mentira es una opción que siempre descubre la personalidad de quien la tiene como forma de vida.
Me han cerrado perfiles, entiendo ahora el porqué.
Conocer y saber temas personales, suele dar miedo.
Se ha perdido el decoro, se ha perdido la verdad, se ha perdido el compromiso.
Esto no es solo en el mundo Bdsm, está pasando en la sociedad.
Que podemos pedir ante esa realidad.
A pesar de todo ello, hay buenas personas, no lo olvidemos, y la vida merece la pena de esforzarnos en creer.