es la denominación usualmente empleada para designar
una serie de prácticas y aficiones sexuales relacionadas entre sí y vinculadas
a lo que se denomina sexualidad extrema convencional.
El término se emplea a menudo, de forma equivocada, como sinónimo
de sadomasoquismo. En realidad, es una sigla que da nombre a
lo que hoy en día es considerado como una subcultura específica
entre sus practicantes. El BDSM se halla estrechamente asociado con la
subcultura leather. La subcultura leather (del inglés “cuero”) comprende prácticas e
indumentos que se organizan con un fin sexual o erótico. Una de las maneras en
las que el grupo se distingue de las culturas sexuales convencionales es
mediante el uso de indumentos de color negro y artículos de cuero.
El acrónimo está formado por las iniciales de algunas
de dichas prácticas:
§
Existen muchas prácticas fetichistas, entre ellas el fetichismo de los tacones, el de la ropa de cuero y los juegos de rol en los que
cada parte asume uno de los papeles, tales como los de maestro/a-alumno/a, doctor(a)-paciente, niñero/a-bebé, juegos de entrenamiento de mascota, y otros.
§
Todas las actividades enmarcadas en el BDSM tienen un elemento
común: los participantes construyen, de forma voluntaria y partiendo de una
situación de consenso,
relaciones con marcado traspaso de poderes, Erotic Power Exchange (EPE o Intercambio Erótico de
Poder) en donde una parte
ejerce el rol dominante o activo, y
otra parte el sumiso o pasivo.
§
Algunas de las prácticas que engloba el término, como la
humillación erótica, el dolor, la sumisión y otras, no podrían entenderse al margen de su
implicación con una específica forma de placer mutuo, sin la cual las citadas prácticas se
asociarían con sensaciones desagradables. Durante una sesión (el tiempo en que se practica ese intercambio de poder) los participantes acuerdan
determinadas reglas para garantizar que las prácticas se realizan en un entorno
de consenso y libre voluntad (conocido con las siglas SSC o
sensato, seguro y consensuado). Se puede practicar en algunos clubes o bares en
Madrid y Barcelona especializados en la temática BDSM aunque lo más normal es
jugar mezclando esta práctica con otros juegos eróticos o sexuales más
convencionales en un entorno de pareja (casi nunca son parejas estables). Desde
1999 ha nacido un nuevo modo de BDSM llamado dominacion
profesional, que incluye prácticas consensuadas con clientes sumisos de ambos sexos; prácticas llamadas
sesiones, internamientos y otras que es considerado por la sociedad y por todos
los practicantes un nuevo tipo de Prostitución que intentan poner de moda (también llamado
Femdom si la dominante es mujer o Master Dom si es un hombre el dominante). Se
anuncian en páginas webs o blogs personales en Internet. Casi todos son de
mujeres que cobran dinero por sus servicios
de prostitucion profesionales especializados en BDSM y se hacen llamar Amo o Master (si el dominante es hombre ) y si es
mujer Ama, Mistress o Domina.
Muchas de ellas ponen como requisito no tener coito (penetracion de hombre a
mujer) o sexo explícito para acceder a sus servicios eróticos.
En el BDSM se identifican dos roles: dominante (también usado el término top, o activo ) y sumiso (también bottom o pasivo). El dominante es el que disfruta de
estas prácticas manteniendo la iniciativa y el control de la acción, mientras
que la parte sumisa obtiene placer al entregarse en manos del dominante, para
que sea éste quien le dirija.
Además, algunas personas gustan de ejercer ambos
roles, dependiendo del momento o de la persona con la que actúe. En ese caso se
habla de un activista switch, término inglés con el que se designa aquello
capaz de conmutar o invertir una acción o un fenómeno.
Existen categorías también dentro de los distintos
roles:
§ Tutor: es aquella
persona experimentada ya en el BDSM que inicia a otra. Puede ejercerse en cualquier
rol, es decir, una persona sumisa puede ser la tutora de un Dominante. Sin
embargo, lo más habitual es que un Dominante ejerza como Tutor de otro
Dominante o de un sumiso.
§ Maestro: Se considera
Maestro a aquel Dominante que ejerce su rol de manera impecable a ojos del
sumiso, que es quien le da este título si así lo considera.
§ Amo: Dominante poseedor
de uno o varios sumisos.
§ Esclavo: sumiso que
entrega los límites a su Amo/a.
§ El consenso que se establece en todas las relaciones BDSM
es precisamente lo que le dota de un contenido específico, distanciándolo de
cualquier situación de violencia no-pactada, como los malos tratos, la violencia de género, etc. Al igual que el consenso
sexual, permite distinguir con claridad cuando dos personas están haciendo el
amor y cuando, al faltar este, se produce una violación, de igual
manera comparar una sesión BDSM (pese a la apariencia de violencia verbal
o física) con una situación de malos tratos, sería como pretender comparar la
noche de amor de una pareja con la infamia de una violación.
§
Esta forma de consenso puede revestir múltiples formas. Por
ejemplo, mediante la escenificación de una negociación previa a la sesión, en la que se
establece el cómo, el cuándo y el grado de las actividades a realizar, la
palabra de seguridad a emplear, etc. Pero también puede adoptar la forma de
acuerdo menos elaborado, cuando existe amplia confianza por ambas partes. En
todo caso, su existencia es siempre básica para que la actividad a desarrollar
esté encuadrada en lo que se denomina BDSM. Asimismo existen fórmulas de
consenso global, especialmente en parejas que se conocen o se relacionan
habitualmente. En estos casos, no siempre se da una negociación previa antes de cada sesión, sino que
a menudo se establecen pactos más abiertos y a más largo plazo
§
El metaconsenso es una forma evolucionada de consenso, propia de
algunas relaciones BDSM muy avanzadas en el mutuo conocimiento y donde se
producen situaciones de profunda confianza entre la parte sumisa y su
dominante, además de suponer una amplia experiencia por parte de esta última.
§
En dichas relaciones, la parte sumisa manifiesta explícitamente
que no desea asumir la responsabilidad de interrumpir la sesión en el caso de
sentir que ésta supera sus límites o su capacidad, sino que desea que sea la
parte dominante quien tome esa responsabilidad y decida en todo momento al
respecto. Esto implica, por ejemplo, que la parte sumisa asume de forma
responsable, consensuada y sensata su deseo de que, en caso de rogar dar por
finalizada una actividad concreta (o la sesión en su conjunto), sea la dominante quien decida aceptar o no esa petición. El metaconsenso se practicaba de forma muy
generalizada en los inicios históricos del BDSM, la época denominada de la Old Guard, aunque era más
conocido en los círculos anglosajones con la denominación, algo confusa, de no-consenso consensuado (consensual non-consensuality).
§
A raíz de popularizarse en la comunidad el concepto SSC, el
metaconsenso pasó a estar más en desuso y no volvió a vivir un relativo
relanzamiento hasta la década de los 90, aunque su práctica continúa siendo
minoritaria en la comunidad BDSM. Ofrece la "ventaja",
para la parte sumisa, de no tener que preocuparse por el desarrollo de la sesión, ya que
será la misma dominante la que la interrumpa, si cree que está siendo demasiada
intensa, sin necesidad de esperar que aquella lo manifieste. Esto es
especialmente importante en los casos en donde la parte sumisa se encuentra en
un estado cercano al éxtasis, el
llamado sub-space, que
puede sobrevenir durante una sesión.Pese a ello, muchas de las personas
incorporadas al BDSM tras el periodo de la Old Guard opinan que el metaconsenso
es una práctica que arrastra importantes riesgos y la consideran, por tanto, en
los límites de la comunidad.
En la escena BDSM
se define como relación D/s o de dominación-sumisión la integrada por una parte
pasiva, que adopta el rol sumiso, y una parte activa, que hace lo propio
respecto del rol dominante. En todo caso se concreta en torno a un modelo de Intercambio
Erótico de Poder(EPE), basado en el consenso.
Este tipo de
relaciones con frecuencia asumen rituales altamente elaborados y con contenidos
simbólicos complejos, que enlazan a sus practicantes de una forma mucho más
intensa que en otras actividades del BDSM. A su vez, una pareja D/s no desdeña
el uso de ninguna de las otras prácticas contenidas en el BDSM. Una sesión durante un ritual D/s puede ser breve e improvisada, o prolongarse durante
horas, incluyendo bondage, disciplina, fetichismo, suspensiones, sexo explícito, uso del binomio placer-dolor, etc. Pero siempre como un
medio más de expresión de su relación; por eso algunos la tienen como la forma
más extensiva, interdependiente y sofisticada dentro del BDSM
El sadomasoquismo es un término genérico que define relaciones en
las cuales el binomio dolor-placer tiene una gran importancia como medio de
materializar relaciones de intercambio de poder. Se denomina sadismo, por otra
parte, a la práctica activa que realizan las personas que sienten un placer
sexual al castigar a otra.
Masoquismo sería la
práctica pasiva, la de aquellas personas que experimentan un placer sexual al
sufrir determinada intensidad de dolor.Las investigaciones de cierto peso científico
realizadas en las dos últimas décadas, conducen a pensar que ambas tendencias
coexisten en mayor o menor grado en todo ser humano.
Algunas parejas
dentro de la comunidad BDSM no enmarcan su relación en base a las estructuras
de poder configuradas en el llamado Intercambio Erótico de Poder. La forma más extrema de este tipo
de relación sería la denominada 24/7, donde la pareja (generalmente en
los roles Amo/a-sumiso/a) extiende la escenificación de su vivencia hasta la
totalidad del tiempo disponible, es decir, como si vivieran permanentemente (24 horas al día,
siete días a la semana) en la situación escenificada. En estos casos se sigue
hablando de roles, pero se evita cuidadosamente anteponer la palabra juego. Al mismo tiempo, se elaboran
sofisticadas formas para compaginar la vida social, laboral o familiar de la
pareja, con su propósito de permanecer en la relación 24/7.
Antes que nada hola a todos si bien me gusta leer no soy de
poner muchos post en los foros, pero este tema me preocupa bastante como a
muchos de ustedes, y es que una de tanto andar por los recovecos y chats de
esta onda conoce gente y cosecha amigos que a veces pasan por situaciones que
no deberían sucederse, en mis inicios en esto me cruce con una pagina web que
ya no esta pero retuve de ella por suerte la informacion y las reflexiones de
quien fue durante toda mi etapa inicial mi guia de lectura; alguien que alguna
vez hace mas de tres años cruce en un
chat español y espero haya sido ella, es una sumisa pero bien le quedaria el
titulo de Señora en el tema en fin lo que quiero compartir es lo siguiente:
Reflexiones acerca de los derechos de las sumisas.
Por: cris_primavera
Creo que hay cierto "vacío" en lo que respecta a
la actitud del sumiso hacia su Amo; me refiero a que en el BDSM se dice que no
hay reglas, pero a la hora de la verdad resulta que si las hay; Amos que piden
a sus sumisos que prescindan de la palabra de seguridad, también hay los que
hacen prevalecer sus cosas antes que la vida privada del sumiso, incluso que ni
consensuan limites, ya que eso seria poner en entredicho la confianza
depositada, hay que tener mucho cuidado. Los sumisos no hemos de despegarnos tanto
de nuestra persona, ya que es imposible conocer bien a quien està del otro lado
gobernando nuestra vida, nuestra seguridad. Hemos de tener una alerta que se
encienda cuando se note que las cosas no funcionan como debe ser. Y eso sucede
cuando uno siente que entrega mas de lo que recibe, y se queda con una
sensación de vacío y tristeza.
Toda relación BDSM esta hecha para disfrutarla, no para
sufrir por sufrir, eso muchas veces las sumisas lo olvidamos, ya que se ve el
sufrimiento como algo intrínseco en el rol, y muchas veces se cede por
complacer al Amo. Eso no debería ser así;
es una relación bidireccional, de intercambio de poder, no de
ostentación de poder por parte de uno, y de servilismo total por parte de la
otra, sin beneficio alguno. Pero...¿ Como detectar a tiempo que estamos
haciendo cosas que no nos agradan, que estamos viviendo situaciones que nos son
duras de entender, por el mero hecho de que le queremos complacer, y no
queremos perderle, si no hablamos con nuestro Dominante ni este nos lo pone
fácil para que dialoguemos con El?. A veces pensamos que entre sus poderes esta
el de la adivinatoria. Hay algunos que si se dan cuenta y simplemente pasan del
tema, en mi parecer esos no serian Amos y hay que dejar las cosas claras desde
el principio. Y otros que no lo ven por que posiblemente nosotras mismas
disimulemos para no enojarle. ! Cuantas cosas evitables suceden !! Se puede
hacer y recibir muchísimo daño y las secuelas son largas de sanar.
Espero esto le sirva para todas aquellas personas que
quieren este tipo de vida en su vida y que a veces por desconocimiento o por
temor a manifestar sus temores aceptan cosas que las lastiman y llegan a poner
seriamente en riesgo su vida, no se callen, hablen con sus Amos, que hablar es la única forma de
que las cosas se mantengan en su carril y así también se aseguran de
conocer un poco mas a quien se
entregaron pues si es incapaz de oírte entonces en que medida es capaz de
cuidarte.
Se es sumiso por elecciòn sexual y/o de vida pero no por
falta de caràcter...... lo contrario es un error.
Lord_Zor
El tema que nos convoca y me encanto el post de zoe-naty
tiene que ver con los derechos de los sumisos/as . Por ello quiero disntinguir
entre dos tipos de personas que buscan de llamarse Amos/ DOM . Podría haber
mucho tipo de distinciones pero quisiera hablar de dos:
Están por un lado, los DOM que son personas que sienten y
disfrutan del BDSM y de sus rol de dominantes. En ese rol ,entienden y
disfrutan (no todo es sacrificio, gente) que el BDSM implica crecimiento de
ambas partes, que ambas partes buscan realizarse en su ser, su sexualidad y sus
fantasias, cada una desde su rol. Un Dom/ina busca una obediencia signifcativa,
una entrega placentera y no una sumisión a secas. Al menos así lo creo yo.
Estan por otro lado, los manipuladores, bastante bien
descritos en el libro del mismo título de I. Nazare-Aga. Un manipulador/a busca
su propio provecho y es generalmente insensible
a lo que le ocurre a los que estan cerca. En el BDSM , son aquellos que
creen que un amo/a tiene derecho a su placer y que la parte sumisa no tiene
otro deseo o intención que suministrarselo... para eso es sumisa no?
Y ahi esta el error. Creo que si hay un primer derecho que
tiene la parte sumisa ( y desde luego ,no el único) es a ser tratada como un
ser humano íntegro. Una relación BDSM debe estar planteada en las bases de un
simbiosis, de crecimiento y placer mutuo. Es una realción entre personas, no
una mera interacción entre roles
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