viernes, 3 de mayo de 2019

Nadie tiene la verdad


La vida siempre nos plantea opciones que pueden cambiar el rumbo del día a día.
Incluso la edad, las experiencias no nos dejan ver que camino es el más adecuado.
Ninguno tenemos la verdad absoluta de lo que es el Bdsm, porque cada persona es tan diferente, cada cual lo vive de una forma especial para ellos mismos, que creer que somos mejores o peores es darte cuenta que es un error,
Tenemos nuestra manera de entenderlo. ¿Pero cuando ves que la mentira es demasiado habitual, qué hacer?
Porque es evidente que la falsedad se ha incorporado a la vida cotidiana de una manera demasiado frecuente. Donde la verdad se oculta y prevalece el egoísmo de la satisfacción propia.
Muchas personas entienden este mundo como parte de un juego, donde solo se valoran las experiencias sexuales con independencia del rol que se pueda tener.
Experiencias que todos hemos tenido a lo largo de los años y que no han hecho evolucionar, pero que al final se quedan en un vació personal cuando los sentimientos se dejan de lado.
Siempre he entendido que cada uno es libre de vivir la vida como considere, y mucho más de vivir su propia sexualidad. Pero cuando se miente, oculta o se desea arrastrar a otras personas a ello, se falta al respeto y a la dignidad de esas personas.
La perversión es innata en la naturaleza humana, y es precisamente su gestión la que provoco el nacimiento de un acrónimo que conocemos como Bdsm.
Me parecen muy respetables cualquier relación que se produzca entre personas que estén plenamente de acuerdo en ello y que se basen en un respeto y en un planteamiento que cumpla la legalidad.
Ahora bien, hay experiencias perversas que usan prácticas que denominan de Bdsm, que son de riesgo, y que a su vez no respetan las reglas básicas que se definieron en su nombre.
Para mí, existe un sentimiento que nace en cualquier relación, y mucho más en una de este mundo.
Un comportamiento innato que está definido en las reglas que marcaron el nacimiento del Bdsm.
Sin esos conceptos claros y tan olvidados últimamente nos encontramos en una lucha absoluta de poder en quien es más que el otro. Y no hablo solo de las relaciones D/s, sino de las relaciones entre los propios roles.
La libertad, y más la sexual ha evolucionado afortunadamente de una manera maravillosa en los últimos años. Y a su vez, se da el caso de ver que se usa de manera coercitiva para algunas personas.
No todo vale.
¿Pero a quien le interesa esto?
Nos movemos en el egoísmo personal, en la satisfacción propia, y nos olvidamos que los símbolos son el resultado de unos planteamientos reales.
El yin y el yang son dos conceptos del taoísmo, que son usados para representar o referirse a la dualidad que esta filosofía atribuye a todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas.
Y en el Bdsm este concepto debe ser entendido como una realidad complementaria. Ningún rol es superior al otro, sino su complemento perfecto.
Pero sin respeto, sin verdad, es imposible.
¿Entonces?, como verlo solo como un acto sexual donde la entrega libre y voluntaria provoca la felicidad de quien domina y quien se entrega.
El Bdsm lo veo como una manera de sentir y de expresarse en la vida.
Necesita de una evolución personal como cualquier otra búsqueda de la realización personal.
Entendiendo que necesitamos conocer, avanzar y vivirlo desde cero.
Pero valorando que no puede ser solo satisfacer unas fantasías. Para esto último no es necesario llamarlo Bdsm, aunque se utilicen prácticas habituales.
Pero sin olvidar que muchas de ellas podemos considerar que son prácticas de riesgo. Que las personas que las practiquen deben de ser plenamente consciente de las mismas y deben de conocer que consecuencias pueden tener si no saben aplicarlas
Hace años, todo era tan desconocido que todo daba miedo. Hoy es todo tan conocido, que da más miedo aún.
¿Como considerar que es lo adecuado o lo correcto?  Nadie tiene la razón, nadie tiene la seguridad. Y a su vez, todos la tenemos.
Si olvidamos que las prácticas pueden causar mas dolor en las marcas que quedan dentro de nosotros que en las de la piel, olvidamos que el respeto y la verdad deben de ser la única manera de vivirlo.
No pretendo decir que haya que vivir una relación D/s en el día a día. Pero cuando el cuerpo tiene hambre, no debemos olvidar que la comida debe estar en buen estado.