Bdsm - Etapas del Adiestramiento


- Control. (Cuerpo, mente y sentimientos)
- Educación.
- Entrenamiento.
- Ampliando Conocimientos.



Inicial - Control Corporal

- Aspecto Físico. (Depilación, cabello, código {suave, medio, estricto} Aseo o la negación de él en momentos puntuales).
- Indumentaria. (Lo que está permitido usar y lo que no.)
- Señas de pertenencia. (En esta fase adornos y poco más)
- Salud del sumiso. (Física, mental y anímica)
- Preparación para uso sexual. (Preparación corporal previa a la sesión, dieta)
- Control de la sexualidad. (Masturbaciones, orgasmos, relaciones)



Inicial - Educación

- Tratamiento. (En público, en privado)
- Educación en disponibilidad. (Vencer la resistencia al manoseo)
- Educación en sumisión. (Posturas, diario, evaluaciones)
- Inspecciones.




Inicial - Entrenamiento corporal - Técnicas y Prácticas

- Entrenamiento para la desnudez. (Privado, semioculto, publico) 
- Ejercicios corporales. (Mantener buen tono general)
- Entrenamiento corporal. (Dilatación Anal, Felación)
- Privación de los sentidos. Inicio
- Iniciación a la Humillación. (En privado)
- Iniciación al dolor. (Pinzas, azotes, pesas pequeñas)
- Iniciación a la cera caliente.
- Iniciación al Frío.



Inicial - Ampliando Conocimientos

- Aprendiendo BDSM. (Visionado de películas y fotos BDSM, comentarlo juntos)
- Lecturas sobre BDSM (Comentarlas).



- Control más férreo. Nuevas áreas.
- Exhibición. (Controlada, libre exposición)
- Control del dolor y aprender a convertirlo en placer.
- Spanking medio.
- Cesiones (En presencia del Dominante)
- Bukkake.
- Código medio de indumentaria.
- Marcas de propiedad. (Piercing, tatuajes, quemaduras leves)
- Suspensiones.
- Posturas Forzadas.
- Felación. Garganta profunda.
- Adiestramiento especifico. (Pony, perra, puta, sirviente)
- Ejercicios de resistencia. (Pesos, tiempos largos de penetración)
- Humillación. (Pública entre amigos, entre desconocidos)
- Dolor. (Largos periodos de pinzado, azotes con instrumentos varios)
- Evaluación de aprendizaje.



3 FASE AVANZADA

- Prácticas avanzadas.
- Código fetish estricto.
- Spanking severo.
- Juegos de electricidad.
- Agujas.
- Scat.
- Asfixia.
- Marcas de fuego. Branding
- Iniciación a la esclavitud.
- La Entrega total de poder.
- Las cadenas que liberan.




Adiestramiento - Educación del ser sumiso

Tratamiento respetuoso

El sometido ha de dirigirse en todo momento y ocasión de forma respetuosa, pero humilde y afable, es decir con corrección, tanto a otros seres sumisos, como a los Dominantes con los que pueda, si su Dominante se lo tiene permitido, entablar conversación.

Este trato ha de ser siempre agradable, es decir, sin salidas de tono, usos demasiado informales o cualquier otro tipo de forma de expresión que pueda ser inadecuado.

Si habla con otros seres sumisos de su Amo, amigos personales de Él o amistades comunes, puede existir más familiaridad, pero nunca hasta el punto de poder llegar a molestar a alguien presente.



El ser sumiso en presencia de su Amo (a solas con él) acompañado de su Amo y de otras personas, (Dominantes, sometidos, etc) deberá, por norma, guardar silencio, observar y estar atento, procurando aprender de otras personas, (Dominantes o sumisas) pero sin interferir, a menos que le sea requerido expresamente, por lo general pedirá permiso a su Amo mediante una mirada o un gesto antes de responder, y si le es concedido, lo hará de forma pausada, clara y concisa, procurando que su tono de voz sea audible, pero sin levantar en exceso la voz y cuidando de emplear palabras que puedan ser comprendidas por todos.

Si tuviera necesidad de preguntar algo o hacer alguna aclaración, es preferible siempre, pedir permiso antes al Amo si se encuentra presente, en su ausencia, lo natural seria pedirlo antes de preguntar, buscando el momento adecuado y tratando de no interrumpir la conversación.




En sesión

Durante la sesión, generalmente el ser sumiso se hallará en silencio, atento y concentrado, a petición de su Amo podrá expresarse de formas diferentes, (con exquisita suavidad o lenguaje vulgar y extremo, humillándose a sí mismo o a otros, siempre con adoración hacia su Dominante) para magnificar las sensaciones de los presentes.

Podrá gemir, suplicar, rogar, gritar etc mientras su Dominante lo autorice, pero a sabiendas de que, si ése día no es de su agrado, el Dominante podrá amordazarlo sin más.



Formas correctas de dirigirse al Dominante

Cada Dominante explicará detalladamente a su ser sumiso sus preferencias en cuanto al tratamiento que desea recibir; Amo, Señor, Maestro, Tutor, Master, de Vd. Con tuteo pero de forma respetuosa siempre, etc. y en qué momento y situación.

Algunos Dominantes marcan los estados, las etapas de la sumisión con diferentes tratamientos: Tutor, Señor, Amo, Maestro, Master, Mistress, Señora, Dama, etc.

Así mismo puede requerir del ser sumiso que el tratamiento sea añadido o antepuesto a la frase, según sus gustos. Ejemplo: le he entendido, Señor (o bien) Señor, le he entendido.

El grado de rigidez en el uso de un cierto ritual protocolario depende del Dominante, pero a menudo y sobre todo al comienzo de la relación, unas normas claras al respecto ayudan al ser sumiso a entrar en situación y tomar conciencia de su condición, por lo que es recomendable, hacer uso de ciertas normas básicas desde el principio a fin de que el sumiso las incorpore cuanto antes a su forma natural de expresarse y proceder, lo que le dará seguridad para conversar, dentro de unos límites correctos, tanto con su Dominante como con otras personas presentes, sin temor a defraudar a su Dominante.

Atención especial debe tenerse a la hora de preguntar, (nunca es un derecho del sumiso “ser atendido” por el Amo, en cuanto se le requiere, sino que depende del momento y la disponibilidad del Amo) de escuchar (mantener las posturas y actitudes correctas, saber escuchar, no interrumpir al Dominante, tomar la palabra si le preguntan y hablar si le es concedido, procurando explicar con claridad y brevedad lo que sea, siempre en un tono suave y educado).




Educación en posturas

Posturas de sumisión. Posturas de exhibición. Posturas de castigo. Posturas de humillación. Posturas para usos específicos, (Garganta profunda, uso anal, bukkake, etc). Posturas de ofrecimiento.


Educación en disponibilidad

Tanto física, (manoseo, inspecciones del Dominante, de otros a invitación del Dominante, uso conjunto con otros sumisos del mismo Dueño o de otros Dominantes, intercambio en sesión, cesiones temporales, etc) como mental, (cualquier forma de uso que el Dominante plantee, sea llevada a cabo por él, o por otros, es servicio al Amo).



Diario de sumisión


En él se reflejan los gustos del Amo, sus preferencias, placeres y formas de satisfacción; las órdenes del Amo, las dificultades que se presentan, la búsqueda de las soluciones, los avances que se producen, etc. Diario de descubrimientos, (físicos, mentales, sensaciones nuevas, sentimientos, etc).
Lista de castigos; causa, castigo, aplicación y superación del mismo. (Un castigo es, ante todo, debe ser una acción de corrección y aprendizaje. Debe ser explicado y comprendido por el Dominante, aceptado y asumido por el ser sumiso. Los leves suelen ejecutarse de inmediato, los más graves pueden requerir de ciertos elementos especiales para su ejecución, por lo que se retrasan en el tiempo dando al sumiso la oportunidad de analizar qué le llevó a ésa situación y a apreciar que "ese correctivo" es por su bien, que tiene como objetivo llegar a ser más perfecto para su Amo. Por último el castigo debe tener un principio, una fase de ejecución y un fin, tras el que, el ser sumiso puede y debe sentirse perdonado para poder perdonarse él mismo).




Evaluación de la sumisión

Son charlas que pueden tener lugar en cualquier momento, surgir durante una conversación o ser programadas cada cierto tiempo. Son necesarias sobre todo para que el ser sumiso pueda ver con claridad y ante su Dominante, las características que va adquiriendo su sumisión: La forma, rapidez y concreción con que obedece las órdenes, las sensaciones conseguidas con las nuevas experiencias y logros, los fallos cometidos, los motivos, la forma de superarlos, etc.

No existe una norma concreta sobre frecuencia, pero es recomendable hacer una revisión al menos cada vez que se incorporan cosas nuevas.

Deberían mirarse los siguientes aspectos:
-Revisión de conceptos. Cambios que se van produciendo en el sumiso. Interrogatorios del Dominante sobre descubrimientos e influencia de éstos en la relación BDSM.

-Redefinición del tipo o grado de sumisión si procede. Evolución de la relación.

Los Dominantes que guíen el adiestramiento de sus seres sumisos por etapas, suelen ir otorgando al sometido, diferentes collares, nombres, privilegios o restricciones, según sea la evolución deseada o el uso al que se destine el ser sumiso.

Suelen ser etapas diferencias sobre todo en áreas de mayor poder del Dominante y mayor entrega por parte del ser sometido, (novicio, perro, sumiso, auxiliar, esclavo, etc)

Mantener al sometido abierto a experimentar nuevas cosas forzando límites para ampliar la relación.

El Dominante ha de saber estimular la mente y el cuerpo del ser sumiso de forma constante, llevándole a desear conocer nuevas áreas, técnicas, usos, disciplinas y experiencias que resulten excitantes para ambos. BDSM es una práctica que, dada la variedad de elementos que puede contener, es susceptible de ser ampliada siempre.


Marcas corporales derivadas de las sesiones

Hay diferentes tipos de marcas corporales que se pueden producir durante las sesiones debido al uso de cuerdas, látigos, palas, fustas, etc. La duración de las mismas a menudo es diferente según el elemento empleado y puede ser de unas horas, hasta unos días, llegando a las permanentes que duran para siempre.

Las más leves son inscripciones sobre la piel del ser sumiso, a menudo dando cuenta de su condición a quien pueda verlas; suelen ser usadas en sesiones de humillación, para la exhibición fotográfica del sumiso o para humillarle de forma pública ante grupos o personas practicantes. Puede tratarse sólo de la inscripción de su condición: sumiso de... o su nombre de sometido: puta, perro, cerda, potro, etc.


Cuidados corporales postsesión (Aftercare)

Esto incluye sobre todo cuidados físicos. Limpieza e higienización de la piel, rozaduras provocadas por cuerdas, correas, cadenas u otro tipo de restricciones. Reactivación de la circulación mediante masajes enérgicos si se ha producido tumefacción. Aplicación de desinfectantes o antiinflamatorios comunes en caso de heridas o contusiones que hayan tenido lugar.

Para las quemaduras, es aconsejable limpiar, refrescar y desinfectar la zona para luego aplicar alguna pomada calmante si el dolor persiste o una crema hidratante para evitar que la zona se reseque y produzca un efecto de "piel tirante".




Cuidados mutuos postsesión (Aftercare emocional)

Es importante no romper el contacto inmediatamente, sino que haya unos momentos de relajación mutuos para hablar y analizar las sensaciones que se acaban de experimentar, es un diálogo, no un monólogo, todos los participantes en la sesión tienen sensaciones que relatar y cosas que compartir además de compartir las de los demás. Explorar áreas como la mental tras una sesión puede ser un viaje excitante hacia lo que se ha vivido y de qué forma se ha percibido. Ayuda a Dominante y seres sumisos a conocerse más íntimamente y también a conocer a los demás y la forma en que pueden procurarle más placer, dolor placentero o humillación.

Desde el principio, una relación BDSM se basa, en el Conocimiento; de uno mismo, del otro, de los deseos y necesidades de cada uno, etc. Para lograr ése conocimiento profundo es preciso haber creado un ambiente cálido y acogedor en el que la confianza mutua fluya y ayude a expresar libremente lo que cada miembro de la relación espera lograr del otro y de la relación en sí. La sinceridad y la comunicación son fundamentales, y una vez ganados el respeto y la confianza uno en otro, expuestos los deseos, gustos y fantasías, llegados a un acuerdo mínimo inicial, comienza el Adiestramiento.



El Adiestramiento es ante todo aprendizaje.

El Dominante comienza a ejercer el control que le ha sido entregado, con órdenes específicas, detalladas y claras sobre lo que desea llegar a poseer y observa la disposición del sometido a sus órdenes y deseos, la forma de ejecución, los tiempos, las dificultades que representa ése sometimiento y los recursos que la persona sometida emplea para salvarlas.

Para el ser sumiso es un momento difícil, hasta ahora la pulsión estaba ahí, el deseo de obedecer, de entregarse, estaba presente pero aún no era algo tangible y real, es ahora cuando los deseos y las palabras han de convertirse en acciones y ello le llevará a una serie de sensaciones y sentimientos, – muy frecuentemente enfrentados entre sí - que ha de aprender a equilibrar y manejar adecuadamente, con ayuda de su Dominante, para ser capaz de asumir y aceptar los cambios que, invariablemente, se producirán dentro de su ser.



La renuncia verbal a su libertad habrá sido más o menos dificultosa, pero es en éste momento cuando el ser sumiso toma verdadera conciencia de su condición como tal, de lo que significa la pertenencia a alguien que, desde ése momento tomará las decisiones, (por muy intrascendentes que parezcan a simple vista algunas de ellas) por él en muchas parcelas de su vida, si bien le permitirá, por las circunstancias personales o profesionales de cada uno, mantener el poder de decisión en algunas otras áreas. Personas en el mundo y Dominante y ser sumiso dentro de la relación. Lograr ése equilibrio necesario puede representar un pequeño escollo que, “normalmente”, el control del Dominante, se encargará de solucionar.



Un Buen Adiestramiento debe llevarse a cabo con paciencia y constancia, de forma sosegada pero continua, no debemos olvidar que el fin del Adiestramiento es inculcar en el ser sumiso unos hábitos de conducta, comportamiento y servicio que conformarán en adelante y ya para siempre, los cimientos de una sólida relación íntima (tal vez la más íntima de cuantas se pueden dar entre dos personas) con su Dominante.

El Adiestramiento y la práctica de un entrenamiento correcto desde el principio, va a proporcionar al ser sumiso la seguridad y los conocimientos básicos necesarios para servir de la forma más adecuada a su Dominante y acrecentará el deseo de superarse e ir a más, avanzando de la mano de su Propietario, allá a dónde la evolución de la relación les lleve, dotará al ser sumiso de recursos suficientes que posibiliten, a medida que el tiempo transcurra, un uso cada día más placentero para su Dominante, sin vacilaciones, dudas o temor a fallarle y fracasar . Siempre atento a servir o ser usado según le sea indicado, con la mayor celeridad y corrección posibles.

No tiene una duración determinada, el Dominante evaluará cuándo su sumisa ha alcanzado el grado de perfección de ejecución física y la madurez mental necesaria para ser iniciado en prácticas más avanzadas; ni es igual para todos los Dominantes o seres sumisos, será adaptada para cada sometido según lo que su Dominante desee obtener de él, y serán la propia evolución de la enseñanza y el aprendizaje quienes delimiten los tiempos de cada etapa.

Hay muchas clases de Adiestramientos específicos en BDSM debido a las distintas prácticas y disciplinas que abarca, las mencionaremos a continuación, si bien algunas disciplinas dada su importancia, tendrán apartados propios en artículos u otras secciones de ésta web.




Control

Como ya hemos dicho anteriormente, el Adiestramiento es la fase de aprendizaje, esencialmente para el ser sumiso, pero también para el Dominante, que a través de los días, y las conversaciones, y por algunas indicaciones sencillas aprende a conocer los gustos, necesidades, tiempos y formas de reacción, y las respuestas del sometido.

El Adiestramiento ha de dotar, tanto al ser sumiso como a su Dominante de un espacio seguro en que la práctica de BDSM sea satisfactoria para ambos, y eso se consigue por parte del Dominante inculcando en su sometido los hábitos de conducta, rituales de tratamiento y prácticas que desea ver en adelante en su ser sumiso y en la clara explicación de cómo han de ser llevados a cabo para su plena satisfacción.



Al ser BDSM un camino sin fin, y por el que se ha de transitar con la mente abierta a nuevas enseñanzas, pero con una cierta seguridad, el tiempo que se dedique al correcto Adiestramiento nunca será tiempo perdido, es más, cuanto más se detenga un Dominante es esta fase, mejores prestaciones obtendrá de su ser sumiso y más rápido podrán avanzar en las siguientes sin tener que volver atrás, frecuentemente, para “refrescar la memoria” o tener que reeducar a su sumiso.

El Adiestramiento comienza con el Control, y éste debe ser simultáneo en tres áreas concretas:
- Control Físico. Del cuerpo del ser sumiso, preparación, entrenamiento, adecuación, seguridad, etc.
- Control Mental. Dominio responsable, seguridad mental del ser sumiso, claridad de metas y objetivos. La realidad de lo posible.
- Control Espiritual. Fomentar y dirigir los deseos de sumisión de forma segura, hacerlos posibles y más compatibles a los del Dominante. Sentimientos y sensaciones. Comprensión y crecimiento mutuo.



Control - Físico - Control del cuerpo del ser sumiso


El Dominante, apenas iniciado el conocimiento, irá paulatinamente iniciando al ser sumiso en el control sobre su cuerpo. Al principio serán normas sencillas, más para probar si su actitud es sumisa que por otra cosa, pero que ya le dan al Dominante una pauta sobre el nivel de Obediencia que el sometido posee. Así es normal que durante las conversaciones en que Dominante y sometido se van conociendo, sean requeridas por el Amo una serie de aproximaciones al tema de la sumisión, ejemplo: No usar ropa interior durante las charlas, permanecer con las piernas abiertas en señal de disponibilidad, etc. Todo eso recuerda al futuro sometido su condición, y le prepara mental y físicamente para ir asumiendo su rol.

Más adelante, cuando el acuerdo de Adiestramiento se establece, el Control Físico tiene otra finalidad; la de “educar el cuerpo del sumiso” para que, a través de una serie de técnicas, ejercicios y prácticas se adapte a los diferentes usos que va a tener en adelante, sin que surjan problemas que dificulten un ofrecimiento de servicios múltiple, ( y la seguridad de poder ofrecerlos sin miedo al fracaso) y un disfrute satisfactorio para el Dominante, siempre en la seguridad de no estar dañando a su sumiso.

A menos que el Dominante sea un sádico, nunca buscará dañar conscientemente a su sometido, jamás infringirá un castigo físico desmesurado del que puedan derivarse secuelas temporales o permanentes serias, ni por supuesto, expondrá a su ser sumiso a situaciones en las que el riesgo al fracaso o el miedo le enfrenten a la disyuntiva de abandonar.



Es muy importante, por tanto, que la claridad sea absoluta respecto a las limitaciones físicas, tanto de Dominante como del sumiso para no dar lugar a llegar a situaciones peligrosas para alguno de ellos.
Advertir Siempre con claridad sobre:
- Dificultades auditivas. (De poco sirven las órdenes, las súplicas o las “palabras de seguridad”, si no pueden ser oídas) El Dominante buscará otras formas de comunicación no verbal, del mismo modo, el sometido se adaptará a las limitaciones físicas de su Dominante, buscando la mejor forma de comunicación. En caso de dificultad auditiva o sordera, es poco recomendable, (a menos que se sea muy cuidadoso en su utilización) el uso de restricción del sentido de la vista, (vendas, antifaces o máscaras) porque aíslan al sometido por completo privándole de todo punto de referencia con su entorno, desorientándole, lo que puede provocarle bloqueo por pánico.
- Dificultades de expresión verbal. El Dominante dotará al sometido de algún tipo de “código de señas” u otro lenguaje alternativo para facilitar la comunicación entre ambos. Uso de utensilios (Pelotas, juguete sonoro, chasquido de dedos, etc) para poder llamar la atención del Dominante si se roza una situación límite para el sumiso.
- Dificultades respiratorias medias o graves. Que dificulten algunas prácticas en las que la buena respiración sea esencial. (Felación profunda, uso de mordazas, etc).
- Dificultades de la circulación sanguínea. (Enfermedades como las varices, flebitis, etc condicionan cierto tipo de prácticas como los azotes y las ataduras simples o el bondage.
- Lesiones de huesos, musculares o fibrosas que dificulten alguna práctica en concreto. Anquilosamiento de articulaciones, ligamentos, debilidad ósea, etc
- Secuelas permanentes de enfermedades, tratamientos o intervenciones quirúrgicas. Cicatrices dolorosas, puntos débiles, lugares con falta de sensibilidad al tacto (donde no se puede evaluar a través del dolor el daño real, etc.)



Control - Físico - Control corporal, Aspecto físico del sometido.

El Dominante toma el control del cuerpo de su sometido de diferentes formas, atendiendo a el aspecto físico que a su gusto debe presentar tanto en privado, como en público en todo momento, mientras le pertenezca. Puede controlar áreas tales como:

- Control de la sexualidad. Masturbaciones, orgasmos y relaciones, controladas, concedidas o denegadas por el Dominante. Frecuencia. Ausencia por privación temporal, castidad forzada larga. Condiciones especiales para uso del sometido por otros (incluida su pareja, si la tiene). Masturbaciones en privado, en público.
- Afeitado corporal. Temporal o permanente.
- Afeitado genital. Temporal (depilación en momentos puntuales), permanente (siempre depilado para el Dominante) o definitivo (utilización de métodos que inhiben el desarrollo del vello para siempre).
- Indumentaria. Lo que está permitido usar y lo que no. Preferencias del Dominante. Llamado también “código”, es utilizar ropa o accesorios que puedan dar a entender su estado de sumisión; puede ser suave, (apenas perceptible para el público en general, cadenas o collares que sólo tienen significado especifico para los miembros de la relación) medio, (vestimenta y complementos que indiquen de alguna forma su rol) y estricto (normalmente utilizado en reuniones BDSM o con otros miembros de la escena. Cuero, cadenas, collares grandes y visibles, etc).
- Cabello. El Dominante puede desear controlar el aspecto, longitud, forma y color del cabello del sometido.
- Aseo corporal. Frecuencia, horarios, elementos que deben intervenir, forma de realizarlo, etc. Negación del aseo corporal en momentos puntuales (tras una sesión, etc.
- Control para usar el baño. Petición de permiso. Obediencia para hacer las necesidades a satisfacción del Dominante, ya sea en privado, en su presencia o en la de otros.




- Señas de pertenencia. En la fase inicial son casi exclusivamente adornos corporales de uso diario, collares, cadenitas en tobillos o pulseras, iniciales o símbolos que recuerden al ser sumiso su pertenencia al Amo, etc.
- Salud del sometido. El Amo deberá ser informado, y se preocupará de conocer el estado físico y de salud de su ser sumiso para planificar las escenas y prácticas que se pueden llevar a cabo, (utilizar por ejemplo hielo si se tiene un fuerte resfriado, puede dar lugar a un empeoramiento grave de la salud, algo evitable si se posterga la práctica unos días, lo mismo sirve para lesiones derivadas de prácticas especialmente dificultosas para el sometido, ejem; aparición de fístulas anales por una defectuosa o demasiado impaciente dilatación anal).
- Dieta. Algunos Dominantes pueden controlar también la dieta de sus seres sumisos, para tratar de hacerlos engordar o adelgazar de acuerdo a sus gustos. Es posible que lo hagan también con órdenes que deben cumplirse antes de la sesión con el fin de preparar el cuerpo del sumiso para su uso sin que surjan molestos inconvenientes.
- Control de las horas de sueño del sumiso. Cada persona necesita una cantidad de horas determinadas de sueño, lo recomendable parece ser una media de 6 horas seguidas, durante las cuales, el ser sumiso puede “ser usado” de diversas formas, ya sea teniendo que dormir con diferentes juguetes sexuales puestos, o incluso siendo despertado para satisfacer a su Amo.
- Privación del sueño.
- Lugares, formas y actitudes en las que el sometido puede dormir, (a los pies del Amo, en el suelo, desnudo y encadenado, etc).
- Inspecciones corporales. Debilitar la resistencia al manoseo y comprobación de que las preferencias del Dominante son atendidas puntualmente.
- Preparación para la exhibición. Entre conocidos. Ante extraños.
- Adaptación a las posturas de sumisión. Para uso. Para modelo de fotos.
- Modificaciones corporales suaves. Estiramientos de pezones, clítoris, pene, dilatación vaginal, anal, uso de corsés para afinar la cintura, etc.
- Uso de juguetes sexuales, (tampones anales o vaginales, vibradores, estimuladores, pinzas, cintas en forma de arnés o ataduras suaves, corsés etc.) en privado, en público, durante la vida normal del sumiso o sólo en sesiones.



Control - Mental

El control mental es seguramente una de las partes más delicadas de la Dominación, no se trata de “lavar el cerebro del sumiso” haciéndole aceptar o padecer prácticas para las que no está preparado, sino que es aprovechar las dotes naturales del sumiso, su deseo de sumisión y su necesidad de entrega para controlar con mano firme, aquéllas áreas que enriquecerán la relación en ambos sentidos.

A pocos Dominantes suele gustarles tener que vigilar cada paso de sus sumisos, así pues la Dominación tiene que ser responsable, pero la sumisión y la entrega también; desear o buscar más de lo que se ha pactado inicialmente, tratar de forzar los tiempos, las experiencias o las prácticas, puede resultar muy perjudicial para la relación en esta fase inicial.



El uso de un lenguaje respetuoso y una actitud humilde ante los Dominantes, la utilización de los términos que el Dominante indique para dirigirse a él, y a otros, ya sean sumisos o Dominantes, todo ello irá pasando a formar parte del ser sumiso de forma natural, le situará en su lugar de forma inequívoca y a la vez evitará que surjan futuras dudas en él y problemas con el Dominante por un comportamiento negligente o inadecuado, ya sea a solas con él o delante de otros.

Es tan importante y deseable que el Amo aliente al sumiso para aprender y sembrar en él el deseo de superarse, como la total sinceridad del sumiso en cuanto respecta a lo que le resulta sencillo, dificultoso, placentero o molesto de realizar para su Amo.

La plena confianza que llevó al ser sumiso a elegir a su Amo, es la misma que le ayudará a afrontar cada problema que le surja y a explicárselo a su Amo con total claridad de forma que, entre los dos si es necesario, puedan encontrar nuevas vías que hagan realizable una entrega lo más completa posible, que les ayude a complementarse, cada uno en su papel hasta formar un equipo intimo cada día más unido y cómplice.

Un control mental responsable NUNCA llevará al sumiso a callejones sin salida, a verse obligado a poner en riesgo lo que es su vida diaria, (familiar o laboral) su salud mental, ni a una sensación de fracaso que le sea imposible superar. Por tanto el equilibrio que el Amo ha de establecer ha de ser claro, exigente, firme, pero flexible.

Es muy importante, por tanto, que la claridad sea absoluta respecto a las limitaciones psíquicas, tanto de Dominante como del sumiso para no dar lugar a llegar a situaciones peligrosas para alguno de ellos.





Advertir siempre con claridad sobre:
- Situaciones permanentes o temporales de enfermedades y tratamientos médicos. (Ante una pérdida familiar, situación laboral inestable, etc)
- Problemas psicológicos de autoestima. Casos de autoestima baja, maltrato, etc.
- Tendencia a la depresión. Evitar acciones y situaciones de riesgo potencial. Limitar prácticas y adecuarlas a un límite tolerable sin peligro.
- Crisis de ansiedad por estrés. Situaciones temporales de estrés, limitar en esos periodos las prácticas que puedan provocarlo para no llegar al colapso.
- Uso de sustancias sedantes o estimulantes de forma habitual. Tener en cuenta por los efectos de falta de respuesta inmediata o la elevación de la misma que pueden provocar. No es preciso ser un entendido en farmacología, pero un conocimiento aunque sea superficial en ésta área nunca está de más, ya que, durante la práctica de BDSM, y dependiendo de algunas de las técnicas que se pueden dar, el propio organismo produce sustancias, tanto relajantes como estimulantes, que pueden incrementar los efectos de las sustancias químicas que se hayan administrado antes.

Es necesario el Entrenamiento de la mente para lograr una relación Dominio /sumisión sana.




Control - Sentimental y/o Espiritual

Una de las áreas de más difícil equilibrio en el juego BDSM, ya que la entrega y el dominio producen una “adicción” a la que es muy difícil poner límites porque la intensidad que se experimenta en determinados momentos, engrandece todo. Las sensaciones y sentimientos que se manejan, que se experimentan, pueden llevarnos a confundir más de una vez lo que es de lo que debe ser la relación.
Una relación BDSM crea lazos afectivos ineludibles en ambas direcciones, dependiendo de cada rol, toman más importancia unos sobre otros, pero lo ideal y lo real tienden a enfrentarse muy a menudo. 



Establecer unos espacios seguros, donde las expectativas puedan ser controladas, comprendidas y establecidas por los integrantes de la relación en total libertad, es una buena forma de evitar problemas posteriores que, tratándose de sentimientos, sensaciones y deseos, (crecen, se descontrolan, se exaltan y no siempre son fáciles de objetivizar) pueden darse en el transcurrir de la propia relación BDSM, al crecer la confianza, el deseo o la necesidad de ir a más.

Querer a alguien es desear, buscar y luchar para que consiga su felicidad y realización plena en cualquier campo o aspecto de la vida.

Necesitar a alguien es desear, buscar y luchar por la felicidad de uno mismo en primer lugar y compartir luego ésa felicidad con el otro.

Amar es querer y necesitar al mismo tiempo.



Así para el Dominante deben primar la Responsabilidad, la Seguridad sentimental y el bienestar emocional del ser sumiso, la realidad sobre la idealización; eso se adquiere y transmite mediante el Control. Los equívocos (tan frecuentes por otra parte) en estos ámbitos, sólo aportan inestabilidad a la relación.

En el ser sumiso, sin embargo, se fomentan e inculcan, la adoración al Amo, el ansia de servicio, de uso, de “cierto grado de dependencia” física, mental y emocional, lo que, de no ser debidamente controlado, puede dar lugar a falsas expectativas que, a la larga, terminen por minar y destruir la relación.

Es frecuente que se hable de la sumisión y la entrega al poder de un Dominante, como “Acto de Amor”, y es así en cierta forma, pero es una clase de amor que no tiene porque incluir todos los parámetros de una relación amorosa normal. Lo mismo que puede haber sexo satisfactorio sin amor, puede haber BDSM sin amor absoluto.



Trataré de explicarlo de forma que se entienda.
Lo “ideal” y lo que se puede o no se puede dar son cosas que, a menudo, se contraponen entre sí. Hemos visto en los foros que en muchos casos la forma de realizarse como participante de BDSM, ha de ser compatibilizado con otro tipo de vida, llamémosle “oficial”. Ser realistas acerca de lo que se puede exigir (caso de los Dominantes) ofrecer o dar (caso de los seres sumisos) es Imprescindible para evitar malos entendidos que deterioren o acaben imposibilitando la relación.
No es la discusión si lo ideal es sentir Amor pleno y total en ambos sentidos de la relación, sino tratar de ser en todo momento realistas con lo que la situación personal de cada integrante puede dar de sí.
Lo “ideal” es que la relación fluya con naturalidad y sea satisfactoria aunque las condiciones a las que esté sometida no sean “ideales”.

Tanto el ser sumiso como el Dominante han de Amar su condición, deben asumirla con alegría y respeto por si mismos ante todo, y también hacia los demás. Cuando encuentran al Dominante o ser sumiso que más se adecua a sus inclinaciones, preferencias o necesidades, se entregan a su Poder y a su Control o a su Adiestramiento y Cuidado, sin embargo, aunque el aprecio y el cariño personales son casi ineludibles y muy recomendables, el Amor debe a menudo ceñirse a los momentos de sesión para que no interfiera con la vida real de cada persona.



En BDSM se da muy frecuentemente la situación de “Doble Vida” y las dos deben ser respetadas y salvaguardadas escrupulosamente por todos.

Crear falsas expectativas, “jugar” con los sentimientos propios o del otro sin acuerdo claro de los limites reales, es peligroso y muy perjudicial, y lleva a situaciones de frustración extrema que nunca se sabe bien dónde o en qué pueden desembocar; acoso, alejamiento familiar, etc, de forma que, a menos que puedan llegar a darse para los miembros de la relación, las condiciones para llevarlo a cabo de manera real en un futuro cercano, por decisión mutua, y por la evolución de la relación, será mejor para todos controlar ése punto de manera primordial. Hay cosas, con las que, por su importancia y las consecuencias que conllevan, es mejor no jugar.

La perfecta relación sana y segura, es aquella que se construye con sentido común, responsabilidad, claridad de metas y objetivos y el mayor equilibrio personal posible por los miembros de la relación.
No hay más fórmula mágica que la sinceridad y la absoluta claridad entre ellos.
Advertir siempre con claridad sobre:

- Realidad concreta personal. A medida que la relación avanza, cualquier “media verdad” sobre la realidad de cada uno se descubre, y puede generar una desconfianza muy nociva en adelante.

- Limites claros en la relación. Dar respuestas claras de hasta dónde se podrá llegar como máximo, sólo de ésa forma la elección es libre, tal y como debe serlo la entrega.

- Cambios de expectativas o situación, si se dieran. En ocasiones, las circunstancias personales, de distancia, de disponibilidad por los horarios de trabajo, incluso por periodos más o menos largos de ausencia, (vacaciones, hospitalización, etc) cambian y debido a ello, la relación debe readaptarse a la nueva situación. Se establecerán nuevos pactos y los limites que sean necesarios, incluidas restricciones de comunicación de ser necesarias.

- Claves para aprender a discernir necesidad de dependencia. Aunque la necesidad mutua y el control cada vez sea mayor, la dependencia emocional o sentimental debe mantenerse controlada dentro de unos parámetros razonables y seguros para todos.

- Principios: Fin y meta de la relación en función de la realidad individual. Limites iniciales de partida, cambios de necesidades puntualmente detectados, libertad para asumir estados de sumisión o esclavitud mayores si existe acuerdo tácito entre los miembros de la relació


- Elementos de juego y alcance de los mismos. Elementos de juego de componente sentimental, qué se puede usar y qué no. Hasta dónde llegar sin que algún componente de la relación se sienta amenazado o presionado, etc.




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