domingo, 11 de octubre de 2020

Crisis

 Debe ser que en breve cumpliré los 60, o quizás la crisis de los 40 se precipita en estos momentos.

Las sensaciones que cada día tengo son más irreales. Parece que el Bdsm es sólo un mundo de sexo y fantasía, donde la satisfacción personal es lo único que importa sin mirar alrededor y ver lo que está ocurriendo.

Siempre he creído que las vivencias de nos hacían crecer como personas y eran una manera de superar limites en la vida, Que esta manera de pensar nos lleva a una manera de existir diferente, con implicaciones personales y llegar a ser un referente para aquellas personas que nos pueden llamar Amo.

Posiblemente, después de tantos años, hay temas que no me llaman la atención, ya que es mi forma de vida en unas relaciones D/s estables.

También es cierto que no soy de participar en grupos o foros. Llego un momento en que las distorsiones de los conceptos se convirtieron en necesidades personales, confundiéndose lo que son estas relaciones con el deseo de lo que queremos tener cada uno de nosotros.
Por otra parte, muy respetable en lo que cada persona desea hacer en su vida y con su vida, pero que rompe con las definiciones que rigen las normas que definieron este mundo.

Veo que mi crisis vuelve a mis palabras, porque la razón de esta nota es el concepto de referente.
Como podemos ser referentes de nadie si no vemos la realidad que nos rodea. Como podemos ayudar a quien nos llama Amo o desea que lo seamos si no somos capaces de analizar la vida que ahora mismo tenemos.
No veo comentarios sobre los problemas reales que cada uno de nosotros vivimos en estos momentos.

Comprendo perfectamente que nos relacionamos dentro de unas redes sociales, o dentro de grupos que en otras nos permiten compartir con personas las vivencias y deseos comunes. Sin embargo, rehuimos hablar de los muertos que el covid provoca a nuestro alrededor. Rechazamos hablar sobre el miedo a poder contagiarnos o que nuestros cercanos lo hagan.

Nos negamos a hablar de los miedos de salir a la calle con una mascarilla que tapa el aliento y la sonrisa de nuestras vidas.

Huimos de expresar nuestras opiniones sobre las actuaciones de los responsables políticos que guían nuestro país y que nos llevan a situaciones de enfrentamiento por ideas.

Debo ser sincero, confié demasiado en la naturaleza humana.
Cuando empezó la crisis del virus estaba convencido que sacaría lo mejor de nosotros mismos. Que nos daríamos cuenta que el apoyo y el cuidado a los demás, el esfuerzo y la verdad nos llevarían a un futuro muy diferente al anterior.

Y lo cierto, es que en parte acerté.

Unos meses después, el futuro es muy diferente.

Mas luchas por el poder, por anteponer lo nuestro a los demás. No solo en la salud, en la economía, en la vida que nos rodea. Valorando el egoísmo como única forma de ver la vida.
Pero claro, mi crisis personal, mis replanteamientos se pierden en el vacío.

Expresar mis pensamientos, me ayudan a mí mismo. No pretendo nada más.
Como voy a ver dentro del mundo Bdsm algo diferente a lo que me rodea.
A pesar de todo, sigo intentando hacer mi camino a mi manera, como todos, pero siempre procurando que mi manera de ser sirva para que quien está a mi lado, tenga una referencia ante la vida, no solo ante sus fantasías o intimidad.

Cada día me importa más la vida, y para mí el Bdsm es mi forma de vida.