Amaneció

Las noches habían sido demasiado largas estos últimos años. Se habían comido la poca luz que su cara podía llegar a tener. Y sus ojos estaban llenos de arrugas.
Miro al pasado y veo falta de ilusión, tristeza, incomprensión e impotencia.

Seguro que a lo largo de los años he tomado decisiones inadecuadas, y en muchos casos, decisiones que han podido provocar dolor a las personas que me han acompañado en mi camino.
Y también estoy convencido que a pesar de haber intentado dar todo lo que puedo ser, no fue suficiente para poder resolver esos problemas que cambiaron mi vida.
Solo pretendía una cosa, ser entendido, comprendido, y sentir que el amor es la base de cualquier energía que nos hace vivir.
La soledad no es estar solo, es sentirse solo.
La tristeza no es llorar, es no desear sonreír.

No hay nada más hermoso que sentir que en tu camino estas acompañado. Cuando sientes que no es así, es mejor caminar solo. Dejar que esos lazos que tienes se rompan para que cada persona disponga de sus propias decisiones.
Has tomado tu propio camino, aunque eso provoque que estés solo.
Puedes conocer a otras personas, puedes olvidar como eres, hasta renunciar a quien eres, pero siempre, al mirarte al espejo te preguntas, ¿ya sabes que quieres?

El tiempo dicen que cura las heridas. Lo que no se olvida son las cicatrices. Las miras, las ves, y sientes, recuerdas, y reflexionas.

A lo largo de los años mi carácter dominante se ha ido agudizando. Mi manera de ver la vida, las relaciones, es innato. O esos dicen las personas que me conocen. Y así lo asumí hace tiempo.
Si a todo ello se suma la sexualidad, y ser capaz de experimentar sin tabús todos los deseos, hacen que me encuentre en una manera de vivir juzgada por gran parte de la sociedad, y a veces incluso poco entendida por las personas más cercanas a mí.
Reconozco haber tenido una vida muy intensa, y en muchas ocasiones vacía.
Algunas personas me llamaran inconformista, otras quizás me puedan llegar a entender. Ser sincero quizás sea un defecto, pero es mi manera de ser.
Si hay un culpable de mi vida desde luego soy yo mismo. De mis errores y de mis aciertos. Echar lar culpa a los demás es absurdo, porque nosotros mismos tomamos nuestras propias decisiones.
Y con esas decisiones se debe vivir, asumirlas y seguir adelante.
Renuncie al Bdsm, a pesar de mi carácter.
Me encerré en mí mismo creyendo purgar mis errores.

Y después, un día, Amaneció.

La vida cambia en un solo segundo. Un momento en donde ves todo claro, unas decisiones que no dependen de uno mismo y que te llevan a un giro drástico que hace darte cuenta de que la vida seguirá con o sin ti.
Debes de darte cuenta, asumirlo, y volver a empezar.
No olvido que la vida no es el Facebook, pero me sirve para expresarme en un ámbito donde  no me siento juzgado.

La vida es el día a día, son alegrías y tristezas. Es  volver a sonreír, a desear, a sentir.
Al igual que deseo poder retomar relaciones personales, espero recobrar relaciones en este mundo virtual, que de vez en cuando, se transforma en real.
Cerré mi blog.

Hoy volví a hacer uno nuevo que expresará mi manera de ser, la mía únicamente, y mi manera de vivir el Bdsm en el respeto y la coherencia que intento con mi propia vida.
Abandone mis grupos, que hoy deseo potenciar de nuevo.
Espero y deseo el mismo respeto que tengo con aquellas opciones de vida de otras personas.

Y no olvido, que detrás de un perfil, existe una persona que desea, que quiere conocer y que quizás una palabra o un hecho le haga ver la vida de otra manera, como me ha pasado a mí.