Madrid me vio nacer en 1982. Siempre había necesitado
expresar muchas cosas, y desde que tengo uso de razón me recuerdo intentándolo,
de mil formas posibles sin llegar a sentir La Calma en ningún momento.
Siempre me fascinó el arte, la pintura, los grandes pintores
del Siglo de Oro, el Románico, la poesía de Dámaso Alonso y de Altolaguirre, de
Pessoa y de Sylvia Plath, así como el cuerpo de la mujer, el erotismo y la pornografía.
Hasta que noche tras noche, y de pura casualidad, descubrí
que la pequeña cámara con la que fotografiaba todas aquellas noches borrosas de
fin de sémana me permitía manipular la realidad para convertirla en mi
realidad.
Desde entonces, cada sesión ha supuesto adentrarme un poco
mas en mis obsesiones y necesidades, en una búsqueda que no creo que cese
nunca.
Empecé a trabajar con el formato digital, pero he
experimentado con el medio formato, la película instantánea en sus distintas
variantes, y siento una atracción especial por los procesos fotográficos mas
primitivos.
Principalmente me dedico a desarrollar mi obra personal,
aunque he colaborado con diseñadores como Antonio Sicilia o Alicia Solla, así
como con otros artistas como Ramón Maiden o Diego Barrera.
A Jaure Mur, como fotógrafo, le interesa retratar personas
y, sobre todo, el cuerpo femenino. Es un artista de estudio que nada deja al
azar. Sobre fondos pintados por él mismo compone escenas irreales, que
previamente ha dibujado, utilizando muebles que recoge en las calles de
Malasaña, lugar donde también suele desarrollar la ardua tarea de encontrar a
sus modelos.
Vecino del barrio, actualmente expone parte de su trabajo en
ConSentido (calle Barco 32) y tiene apalabradas otras dos muestras en la zona
para este año.
Tras haber visto en la Red buena parte de la obra de Jaure
Mur, lo que menos se espera uno encontrar a la hora de citarse con el fotógrafo
es al interlocutor locuaz, dinámico y luminoso que es.
Acostumbrado a tener que
franquear una barrera de prejuicios, Mur ríe y explica: “No soy una persona ni
oscura ni gótica”, justo antes de corregir nuestro descoloque inicial aportando
el nombre de uno de sus referentes: Caravaggio.
En su trabajo, Mur intenta “transmitir la belleza intrínseca
de elementos en los que no estamos acostumbrados a verla”; el color es muy
importante para él, casi tanto como la utilización de “la sombra como elemento
expresivo”.
Asegura Mur que de sus imágenes, que transpiran un
simbolismo latente, hay personas que le han llegado a decir que “son feas,
desagradables y tristes” pero que él, dentro de la estética que le gusta, lo
que persigue es “resaltar lo particular e imperfecto de cada una de las
personas que se prestan a ejercer de modelos. Ahí es donde extraigo el tipo de
belleza que pretendo mostrar”.
“Perdona, ¿puedo hacerte fotos desnuda?”
Confiesa Mur que le cuesta encontrar modelos. “Es difícil
encontrar en un bar, o paseando por la calle, al tipo de persona que has
pensado que valdría para la composición que llevas en mente y acercarte a
decirle ‘Perdona, ¿puedo hacerte fotos desnuda?’”. “Al principio pasas mucha
vergüenza y los primeros trabajos salieron gracias a amigos y a gente cercana
que se presta a posar ante el objetivo de tu cámara. Más adelante, sigues
pasando vergüenza, pero tu ‘portfolio’ habla por ti mismo y evita que te miren
como al pervertido ante el que ponerse en guardia”.
Una vez en su estudio, Mur asegura que prefiere trabajar con
“gente que nunca haya posado porque se muestra más natural y entronca con el
sentido de mi trabajo, con la belleza de lo imperfecto”.
De cara al resultado final del trabajo que realiza, afirma
que “es muy importante que la persona a la que retrata tenga seguridad en sí
misma, puesto que la imagen refleja la satisfacción personal del modelo”. Este
requisito también es un hándicap a la hora de encontrar candidato a posado,
puesto que asegura que “el 80% de la gente tiene muchos complejos físicos“.
Para trabajar con desnudos hace falta cierta complicidad.
“Me gusta que la gente con la que trabajo se involucre en lo que hago. Les
explico muy bien lo que quiero”.
Jaure Mur trabaja en color y con una cámara digital, aunque
comienza a experimentar con máquinas de medio formato, polaroids y lomos. Dice
acudir al retoque digital para perfeccionar la foto, nunca al modelo, y que, en
cualquier caso, lo que nunca hace es deformar la realidad o inventarla.
Respecto a cómo ve el panorama fotográfico en Madrid, el
artista que Barcelona es una ciudad con un circuito de salas donde mostrar el
trabajo de jóvenes fotógrafos es más fácil. Mur aprovecha también la ocasión
para expresar que le gustaría “encontrar sitios que utilizar como estudios de
fotografía, y gratis. Las autoridades ofrecen espacios para múltiples
actividades culturales, ¿por qué no hacer lo mismo con los fotógrafos? Es que
no me caben más cosas en casa”, indica.
“Para mí la fotografía tiene tres pilares fundamentales:
belleza, expresión y mensaje; debe ser capaz de llegar a cualquier persona,
aunque no tenga conocimientos artísticos previos”, concluye Jaure Mur.
Influencias artísticas
-Pintura:pintura flamenca (Van Eyck, Robert Campin,etc),
Caravaggio, Egon Schiele, Otto Dix, y autores españoles vivos como Ramón Sanmiquel
o Dino Valls; y otros como Shawn Barber, Natalia Fabia, Michael Hussar, Saturno
Butto.
-Fotografía: Francesca Woodman, Carla Van de Puttelar,
Hellen Van Meene, Joel Peter Witkins, Hans Bellmer, Eugenio Recuenco.
-Otras influencias visuales: Chris Cunningham, BIll Viola;
el Satyricon de Fellini, Salo o los 120 días Pasolini, Irreversible de Gaspar
Noé,la obra de Takeshi Miike, David Lynch o Aronofsky.
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